Esta cirugía también está indicada o recomendada para aquellas personas que tienen las orejas muy grandes y desean reducir su tamaño considerablemente, orejas despegadas, separadas, en asa o de soplillo.

Sus resultados son permanentes y se puede realizar a cualquier edad.

Se trata de una intervención sencilla y de corta duración.

Puede realizarse con anestesia local y de forma ambulatoria.
¿Tienes alguna duda?
Te la resolvemos.
¿Cuándo hacerse una otoplastia?
La cirugía de orejas está pensada para cualquier persona que sufra alguno de los siguientes problemas en sus orejas:
- Oreja/s que sobresalen demasiado de la cabeza
- Orejas deformadas por una lesión o defecto congénito
- Orejas demasiado grandes en relación al tamaño de la cabeza
- Insatisfacción con una cirugía de orejas anterior
La otoplastia podrá hacérsela quien así lo desee o necesite, siempre y cuando las orejas hayan alcanzado el tamaño definitivo, algo que suele ocurrir a los cinco años de edad.
Según la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica, la otoplastia es la única intervención que puede realizarse en menores de edad, desde que ha desarrollado completamente la estructura de sus orejas.
Aunque, en primer lugar lo más recomendable es educar a los más pequeños en que una intervención estética es un tema complejo y no es la primera solución a los problemas, la estética va estrechamente relacionada a la autoestima y la salud mental. Por ello, muchos de los pacientes que se someten a este tratamiento lo hacen para corregir un defecto que ha podido producirles muchos quebraderos de cabeza en su juventud.
Se recomienda evitar el calor, por ello es preferible llevar a cabo la intervención en los meses más fríos.
¿En qué consiste esta intervención para modificar el tamaño o forma de las orejas?
Como en todas las cirugías que realizamos en Clínica Neive Granada, la primera consulta es gratuita y en ella hablamos con el paciente sobre el resultado que espera obtener, el tipo de procedimiento que se lleva a cabo y las particularidades de su caso. Para ello revisamos el historial clínico, enfermedades actuales y pasadas, y el posible consumo de medicamentos.
En esta primera toma de contacto se realiza también un examen físico de las orejas que nos ayuda a determinar las opciones del tratamiento y se toman algunas fotos para el expediente médico.
La otoplastia se realiza con anestesia local y las técnicas empleadas varían según el tipo de corrección que se necesite. La ubicación de las incisiones y las cicatrices dependen de la técnica del cirujano.
Las incisiones se pueden llevar a cabo en la parte de atrás de las orejas y en los pliegues internos. Una vez hechas las incisiones, el cirujano retira el exceso de cartílago y piel, dobla el cartílago hasta que se coloque en la posición adecuada y fija con puntos internos.
Una vez terminada la cirugía se tapan las orejas con vendas para protegerlas.
El paciente podrá tomar analgésicos contra el picazón o las molestias durante los siguientes días.
Tras retirar las vendas se podrá apreciar un resultado inmediato y permanente.
Intervención de lóbulos rasgados, ¿en qué consiste?
El paso del tiempo o el uso de dilataciones en las orejas hace que el lóbulo se rasgue y agrande, alargando la oreja y dificultando la posibilidad de ponerse pendientes o de cerrar el agujero que han provocado estos.
Para que el lóbulo vuelva a su forma original, en Clínica Neive llevamos a cabo una intervención quirúrgica muy sencilla, ambulatoria y con anestesia local.
Somos centro médico autorizado en Granada para realizar este tipo de cirugía menor.
La duración de la intervención no supera los treinta minutos y permite al paciente hacer vida normal desde el día siguiente.
Después de dos semanas procedemos a retirar los puntos de sutura y en un mes es posible abrir de nuevo los agujeros para volver a ponerse pendientes, sin que queden descolgados como antes.
¿Cómo es la recuperación tras una otoplastia?
Este tipo de intervención no requiere hospitalización. Se puede realizar usando simplemente anestesia local y se trata de una cirugía moderadamente breve, tiene una duración de entre 45 minutos y 1 hora y media.
Una vez realizada la intervención, los resultados se aprecian desde el primer momento. Aunque el resultado definitivo no se puede valorar completamente hasta pasados los 3 meses. Deberás llevar un vendaje o cinta durante 10 días para ayudar a mantener la posición de las orejas y, al dormir, durante el primer mes. También se recomienda dormir acostado boca arriba para evitar golpear o apoyarse sobre la zona tratada.
La vuelta a la normalidad suele ser tras 5 días después de la cirugía y la cicatriz se encuentra detrás de la oreja por lo que apenas se percibe. Además, el resultado de esta intervención es bastante natural y de por vida.